Ha llegado septiembre y en todas partes se escucha la frase «la vuelta al cole«. A los niños se les pregunta constantemente si les apetece regresar a clases, a los pequeños de tres años se les dice «madre mía, ya vas al cole de mayores» y a los padres «qué, ya volvemos a la rutina no?».
Lo cierto es que parece que todos le tememos a la vuelta al colegio.
Por un lado, parece que sentimos la necesidad de que vuelva el orden y los horarios a nuestras vidas. Por otro lado, da pereza volver al ritmo a golpe de reloj, a las actividades extraescolares, al «venga, date prisa», al «ponte a hacer los deberes».
El fin de las vacaciones de verano
Estamos de nuevo empezando septiembre y parece que fue ayer cuando terminamos el curso. Es momento de desempolvar las mochilas, los estuches, buscar el material que aún durará un curso más y a comprar aquel que ya ha pasado a mejor vida. Regresar a la vida cotidiana es un entrenamiento tanto para los niños como para adultos.
Así como, hay adultos que les cuesta más dejar atrás las actividades veraniegas, la vida intensa de familia y vivir sin ser esclavo del reloj. También, hay quienes desean recuperar algo de su espacio, el orden y las rutinas que favorecen las dinámicas familiares.
Sin embargo, todo llega a su fin y queramos o no, septiembre ya está aquí.
Cuesta empezar el cole… ¿Qué tal si lo hacemos más fácil?
Es una realidad para todos que cuesta ponerse las pilas y recuperar la rutina después de las vacaciones de verano. De todos modos, no tiene que ser necesariamente algo negativo, puedes hacer mucho para que este septiembre sea diferente y suponga un cambio en tu hogar.
¡Es posible vivir la rutina con buena cara!
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Te comparto algunas ideas que te pueden ayudar a que este comienzo de clase sea más positivo:
1.- Actitud positiva.
En primer lugar, proponte firmemente que este septiembre va a ser diferente y que lo vas a afrontar con positivismo y una sonrisa. La actitud es muy importante para la vuelta a clase.
2.- Dialoga mucho.
Es fundamental, conocer cómo se sienten en casa con el comienzo del curso escolar. En la comunicación está la clave de la conexión, del entendimiento y del compartir. Es importante hablar, intercambiar impresiones, emociones, experiencias. Los momentos de coche y de mesa se prestan para grandes conversaciones familiares.
3.- Haced juntos un calendario.
Un calendario ayuda a ubicarnos en el tiempo a todos. De hecho, a los niños les hace muy bien porque muchas veces no tienen referencias temporales y eso genera ansiedad y poca seguridad y a nosotros nos permite poder ver el mes en perspectiva.
De esta forma, podemos ir tachando los días que van pasando, anotar actividades que tenemos previstas y hacer de la planificación del mes una actividad entretenida y en familia.
4.-Sé flexible con los horarios al principio.
A veces nos ponemos muy exigentes con los horarios. Queremos que nuestros niños se acuesten a una hora exacta, cuando todo parece que va retrasado nos ponemos muy nerviosos y nos entran los miedos y la impaciencia.
Probablemente, los primeros días y semanas sean más difíciles, debemos ser flexibles, pacientes y describir los avances que vayamos haciendo.
5.- Somos un equipo.
Es muy importante y positivo involucrar a los protagonistas en la preparación de la vuelta al cole. Como consecuencia, si formo parte de un equipo me siento más motivado para cooperar, ayudar, apoyar y opinar. Así que es importante preparar la mochila entre todos, la merienda y hacer un listado de cosas que necesitamos.
6.- Escucha, escucha y escucha.
Probablemente, al llegar a casa muchas veces estamos demasiado enfrascados en las tareas pendientes y se nos olvida que llevamos horas sin vernos y nos apetece escuchar algo más que: «¿tienes deberes?», «¿te has portado bien?, «pon la mesa». Tratemos de ofrecer lo que agradecemos tener. Simplemente, un abrazo apretado, un vals breve bailado con el corazón, una expresión de cariño «estaba deseando verte» o un «en cuando esté la comida lista, nos contamos cómo ha ido el día».
¿Y si, es su primer día en el cole de mayores?
Muchas familias se enfrentan a una nueva etapa, el comienzo de cole de sus peques de 3 años. En la mayoría de los casos esta experiencia se vive con cierto nerviosismo por sí llorará, si se adaptará, si está preparado para usar el baño solo o si le pedirá a la profe lo que necesita.
Para todos ellos, os digo que la clave del éxito está: por un lado, en la calma adulta y en la confianza en el cole, ya que son profesionales y lo saben hacer muy bien. Por el otro, en la adaptación del niño, ya que es mucho más desenvuelto de lo que puedes creer.
Si te gustaría prepararlo a través de cuentos, te dejo aquí dos ideas que pueden ayudaros mucho a los dos: «Lléname de besos el bolsillo» y «Ya vas al cole».¿Y si, tiene que empezar a estudiar y no sé cómo ayudarlo?
Si tu hijo tiene que empezar a estudiar, el uso de la agenda, la realización de deberes y la preparación de pruebas de repaso es una habilidad que se puede practicar con tiempo. Es importante que se haga desde un punto de vista positivo, no como una carga, una molestia o un castigo.
Una vez que logramos que se vea como una responsabilidad personal y de forma positiva, necesitamos estar cerca y guiarlos en el proceso. Debemos observar dificultades y establecer de forma conjunta objetivos cortos y pequeños, que sean alcanzables. Aún así, es importante acompañarlos en su proceso, no adelantarnos a las dificultades ni hacer más de la cuenta.
De igual forma, si lo ves complicado o no se te ocurre por dónde empezar, a cada cierto tiempo tenemos el taller HÁBITOS DE ESTUDIO. Es un taller online, en directo, al que podrás acudir solo o en compañía de tus hijos. También te puedes apuntarte a nuestro mini curso gratuito de autoestima para tus hijos, te llega por correo y es una manera muy divertida de empezar con la disciplina positiva.